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Atahuallpa ¿Significa gallina?

Atahuallpa ¿Significa gallina?

A veces, de manera insólita y absurda, las tradiciones populares terminan siendo seudo verdades universales sin alguna razón que las fundamente. Es el caso de Atahuallpa, nombre del treceavo monarca incaico cuyo significado alude a la gallina, dañando el recuerdo del inca.

Nos preguntamos si:

¿El significado de su nombre posee algún argumento que lo respalde?

Sucede que Atahuallpa en el idioma quechua significa gallina, para el caso del inca tirano, expresaría a un hombre carente de valor para enfrentar condiciones adversas y peligrosas, vale decir, patentiza a un inca cobarde. El calificativo traspasó fronteras sobreviviendo en el tiempo y devino en una verdad lapidaria impuesta muchos años después de su muerte.

En este post analizamos el nombre desde diversas perspectivas etimológicas tratando de escudriñar cuidadosamente los orígenes de tal designación y si en efecto se la merecía Atahuallpa.

Índice

1. Los nombres de los incas

Los incas tenían el hábito de cambiar de nombre hasta en tres ocasiones, que estaban relacionadas con la ocurrencia de algún evento especial en su vida:

1) Cuando el crío cumplía el primer año de nacimiento, recibía un nombre impuesto por sus padres, coincidía con el rito del primer corte de cabello.

2) Cuando el joven cumplía dieciocho años y después de pasar por varios rigurosos exámenes en la ceremonia del Huarachico, le investían como guerrero inca.

3) Por último, adquirían un tercer nombre cuando eran ungidos como reyes o Cápac (ver significado aquí) y ceñían la corona, mudando a un nuevo nombre.

Atahuallpa no cambió de nombre porque nunca fue ungido como nuevo soberano por el Alto y Bajo Cuzco. Una situación distinta ocurre con su hermano, su verdadero nombre antes de ser coronado fue Titu Cusi Huallpa, asumió la aureola incaica con el nombre de Huáscar.

A continuación, analizamos el probable origen y significado del nombre del inca Atahuallpa.

2. Origen de la palabra quechua Atahuallpa

Cabe preguntarse:

¿Cómo se origina que el nombre del rey tirano se vincule con una gallina? y lo intitule como un cobarde.

Cerrón-Palomino, R. (2017) expone dos tesis de índole contraria que lo explican:

1) Narra José de Acosta (1590) que antes del arribo español hubo gallinas en el territorio andino. La afirmación del cronista se origina en el vocabulario quechua que registra huallpa y runtu como gallina y huevo respectivamente. También dice, que los españoles y los indígenas denotan al cobarde apodándolo como gallina. Pero, el relato no relaciona al inca como un cobarde, sí acepta el vocablo huallpa (no atahuallpa) como gallina.

2) La tesis contraria es de Garcilaso de la Vega (1609), rechaza la versión de Acosta negando la existencia de gallinas en tiempo incaico, explica que, no es suficiente prueba decir huallpa o runtu, para evidenciar la presencia previa del ave en el territorio andino. Respecto a la palabra Huallpa dice:

“está corrupto en las letras y sincopado o cercenado en las sílabas” (sic.).

También dice que atahuallpa no equivale a gallina sino al nombre del treceavo inca. Dice Garcilaso que en el idioma quechua los incas tienen un nombre propio para delatar a un cobarde, que es decirle: huarmi o mujer o campa pusilánime o llanclla flaco de corazón.

Un relato de Blas Valera tomado en cuenta por Garcilaso narra que, después de divulgarse la muerte de Atahuallpa, los gallos introducidos desde España al Perú cacareaban como llorando la ausencia del inca, por este motivo, nombraron al gallo con el nombre de atahuallpa, quedando registrada la voz en todo el espacio andino y en la lengua indígena.

Garcilaso narra la historia de manera distinta, dice que, cuando los españoles trajeron consigo a los gallos y gallinas y los indios los escucharon cantar, dijeron que imitaban o parecían entonar Atahuallpa. La ocurrencia persistió en el tiempo, pero como distintivo de descrédito y deshonra del nombre del inca. Por esta razón, se origina el nexo del gallo/gallina con Atahuallpa.

El suceso narrado se impuso en el tiempo, quizá por ojeriza de Garcilaso hacia el inca tirano y la preferencia del público lector de creer ciegamente en los relatos del cronista. Sin embargo, crónicas tempranas de la conquista como la de Juan de Betanzos, Cieza de León, Sarmiento de Gamboa y Cristóbal de Molina el Cuzqueño no narran dichos incidentes.

Los comentarios de Blas Valera y Garcilaso son tardíos, ninguno presenció la invasión española. Quizá Garcilaso tomó venganza del inca Atahuallpa mancillando su nombre al vincularlo con un gallo/gallina por el genocidio perpetrado contra su familia. Recordemos: fue Chalcuchimac (general de Atahuallpa) quien quemó la momia de Túpac Inca Yupanqui, pariente de su madre, afrenta que al parecer de María Rostworowski nunca perdonó el inca escritor.

3. El significado del nombre Atahuallpa

El estudio etimológico del significado del nombre Atahuallpa se basa en la investigación de Rodolfo Cerrón Palomino. Según el lingüista, el origen y composición del nombre original fue ataw-wallpa voces que derivan del puquina.

Cuatro vocabularios lexicográficos coinciden en señalar que atahuallpa designa a la gallina:

1) En el Lexicón de Domingo de Santo Thomas (2013: V. 2, 643) atawallpa es gallina, pero en la nota 1684 al pie de página agrega la forma atapallipa como el nombre usual entre los indígenas y que el original responde a la forma ataw + wallpa o feliz gallo. Al gallo o mandón de gallinas le llaman wallpa Ibid. (2013: V.2, 544).

2) Blas Valera registra gallo como huallpa y gallina como atahuallpa (cf. Anónimo [1586] 2014: I, 53; II, 103).

3) Diego Gonçález Holguín designa gallina como atahuallpa y gallo como urco atahuallpa, urco es voz que designa al macho de cualquier animal.

4) Ludovico Bertonio registra la misma significación que Gonçález Holguín en ambos casos.

La pesquisa de Cerrón Palomino es concluyente el nombre quechua del ave se ajusta a la realidad lexicográfica.

Blas Valera registra Atahuallpa como ynga rey y Gonçález Holguín anota Atahuallpa inca como: el inca de Quito, dichoso en la guerra. En ambas traducciones no asoma el significado de gallo o gallina.

Sin embargo, se complica la traducción porque el nombre no se acomoda con las crónicas tempranas: 1) Francisco de Jerez nombra al inca como Atabalipa. 2) Miguel de Estete lo consigna Atabalica. 3) Cristóbal de Mena como Atabalipa. 4) Hernando de Soto como Atabaliba y Tabaliba.

¿Cómo se explica la diferencia entre Atahuallpa y los nombres anotados?

Sugiere Cerrón que el nombre se presta a una errónea percepción del oído español ante sonidos emitidos por una lengua extraña, que solo con el tiempo y mayor locución permitirá una mejor comprensión auditiva.

Atahuallpa se compone de ata y huallpa, que se perciben como antropónimos repetidos en nombres de la sociedad incaica, por ejemplo: el hermano y enemigo de Atahuallpa se llamó Topa Cusi Huallpa (Huáscar). Su otro hermano Topa Huallpa fue nombrado inca a su muerte.

Atao aparece en Topa Atao hijo de Huayna Cápac, Cori Atao es el nombre de un capitán de Huáscar. Con ambos vocablos se rehace el compuesto original que debió ser ataw-wallpa (señalado también por Fray Domingo de Santo Thomas).

Las fuentes lexicográficas no discrepan al anotar que atahuallpa es una voz quechua innata y tardía para designar al gallo y la gallina. El origen del nombre vinculado a las aves, es por la imitación del sonido del cacareo del gallo (onomatopeya).

Investigaciones anteriores de Cerrón Palomino demuestran la influencia del puquina en el idioma quechua, muchas traducciones de la historia antigua del Perú han sido quechuizadas derivando en expresiones impropias que desvirtúan la interpretación moderna. Según Cerrón no sería raro que atahuallpa tenga origen puquina. La estructura original es a partir de atawwallpa que identifica: ataw y wallpa, ambas aparecen inscritas en los vocabularios quechuas y en el aimara solo la segunda. La primera se halla independiente, la segunda acompañada por otra unidad lingüística.

Cerrón P. concluye lo siguiente:

1) El nombre Atahuallpa es compuesto de ataw y wallpa.

2) El nombre de gallo y gallina = Atahuallpa se originó por la imitación del sonido del ave. El sonido remeda el nombre del inca para su perpetua memoria como vergüenza y deshonor.

3) No se probó de manera concluyente la etimología en forma y significado histórico del nombre tanto en quechua como aimara, pero, en puquina es posible restituir a ata como señalado, elegido y wallpa como diligente, aplicado.

En esta ocasión discrepamos con R. Cerrón, cuando indica que el nombre Atahuallpa se origina del puquina. Nuestro argumento se basa en el entorno lingüístico incaico del treceavo inca que estuvo en su época muy vinculado con el idioma quechua, desde Manco Cápac hasta Atahuallpa la influencia del idioma puquina había quedado disminuida entre los incas, el dominio de este idioma tal vez fue aplicable para los nombres de los incas míticos o tempranos, pero no el caso tardío de Atahuallpa, en ese tiempo el quechua se había extendido por todo el Tawantinsuyo. Por esta razón la interpretación del nombre se enlaza en mayor proporción al quechua dado el tiempo transcurrido y por el asentamiento del idioma quechua entre los incas.

Para probar nuestra hipótesis, el vocabulario de Gonçález Holguín registra diversos significados para la voz Huallpa que analizamos a continuación:

Huallparicuni: Armarse para la guerra galanamente.

Huallparicuni: Adornarse y vestirse muy hermosamente.

Huallpapu churapu: El que se adorna y viste muy lucido y vistoso.

Hallparicuycuna: Todo género de armas y adornos de guerra y las galas y adornos del vestido.

Hualpariccuc soncco: El muy inclinado a ponerse las armas o engalanarse.

Huallparichini: Ataviar a otro, ayudar a armarse.

En los significados propuestos se puede inferir que, el sentido de huallpa se relaciona con vestidos para ataviarse o armarse para la guerra.

En el caso de ataw el mismo lexicógrafo anota lo siguiente:

Atau o ataucay: La ventura en guerras, o honores como sami, La ventura en juegos, o ganancias y cussi.

Atauniyoc: El dichoso así.

Atauçapa: El dichosísimo.

En este caso ataw se relaciona con la ventura o con la dicha en la guerra, si juntamos ambas partes obtenemos por significado a una persona vestida y armada para tener ventura en la guerra, tal sería el sentido quechua del nombre de Atahuallpa.

4. Atahuallpa ¿Fue un inca cobarde?

Las crónicas de la conquista no evidencian tal adjetivo. Antes de ser capturado, el inca ejerció dominio de sus emociones. Ingresó confiado a la plaza de Cajamarca donde los españoles se hallaban escondidos. Las crónicas no describen a un inca acobardado ante la presencia de Pizarro, no hubo temor en Atahuallpa.

Apresado y cautivo de Francisco Pizarro, uno de los testigos, Francisco de Jerez (1534: 93) narra en su crónica Verdadera relación de la conquista del Perú que Pizarro le salvó la vida y en la contienda rompió su vestidura, Jerez dice:

“El Gobernador [Pizarro] hizo luego sacar ropa de la tierra; y así, aplacándole del enojo y turbación que tenía de verse tan presto caído de su estado[…]”.

Enojo y turbación no son sinónimos de cobardía. Preso el inca, temen represalias, Pizarro le dice a su gente:

“[…] son mañosos y diestros en la guerra, y este señor (como sabemos) es temido y obedecido, y ellos intentarán toda ruindad y cautela para sacarlo de nuestro poder […]”. Ibid. (1534: 96).

Los relatos no exponen a un inca temeroso o falto de ánimo o valor para encarar su suerte. Entre diálogos con el invasor, el inca descubre la ambición española por oro y plata y negocia un rescate por su vida.

Jerez describe a Atahuallpa así:

«Atabalipa era un hombre de treinta años, bien apersonado y dispuesto, algo grueso; el rostro grande, hermoso y feroz, los ojos encarnizados en sangre; hablaba con mucha gravedad, como gran señor; hacía muy vivos razonamientos, y entendidos por los españoles, conocían ser hombre sabio, era hombre alegre, aunque crudo; hablando con los suyos era muy robusto y no mostraba alegría». Ibid. (1534: 108).

La descripción adquiere valor por provenir del bando vencedor, no detalla a un inca suplicante, ni vencido, por el contrario, urde y maneja sus hilos para lograr su cometido.

Al respecto dice Jerez:

“Cosa extraña es decir la gravedad de Atahualpa, y la mucha obediencia que todos le tenían […]. Así, preso como estaba, tenía estado de señor y estaba muy alegre¨[…]” Ibid. (1534: 111).

Enterado Pizarro que venía en marcha un ejército del inca para rescatarlo, lo confronta y…

“Atabalipa respondió que en toda aquella tierra no había quien se moviese sin su licencia; que tuviese por cierto que, si gente de guerra viniese, que él mandaba venir, y que entonces hiciese de él lo que quisiese, pues lo tenía en su prisión”. Ibid. (1534: 111).

La crónica de Jerez no pone a la vista algún dialogo que demuestre un inca cobarde, siendo infundados los atropellos cometidos al calificarlo de gallina durante tanto tiempo.

5. Conclusiones

El nombre de Atahuallpa, treceavo rey del incanato, no significa gallo ni gallina, no existe documento histórico que lo acredite, con la excepción y reparos que formulamos a la versión de Garcilaso de la Vega inclinado a tomar venganza ante los agravios cometidos por el inca a su descendencia.

Tampoco existe evidencia documental que el inca tirano sea un cobarde, la descripción española en la captura señala a un inca identificado con su condición de rey. El significado de su nombre desde una óptica quechua debió ser: el investido para tener ventura en la guerra.

6. Referencias

Cerrón-Palomino, R. (2017) Etimología popular y etimología científica: el caso de atawallpa ~ wallpa para designar al gallo en el mundo andino y amazónico. Obtenido de: https://www.academia.edu/35816986/ETIMOLOG%C3%8 A_POPULAR_Y_ETIMOLOG%C3%8DA_CIENT%C3%8DFICA_EL_CASO_DE_ATAWALLPA_WALLPA_PARA_DESIGNAR_AL_GALLO_EN_EL_MUNDO_ANDINO_Y_AMAZ%C3%93NICO

Garcilaso de la Vega, I. (1985). Comentarios reales de los Incas. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

González Holguin, D. (1608). Vocavulario de la lengva general de todo el Perv llamada lengva qquichua o del Inca. Obtenido de: http://www.letras.ufmg.br/padrao_cms/documentos/pr ofs/romulo/VocabvlarioQqichuaDeHolguin1607.pdf.

Jerez, F. (1534: 93) narra en su crónica Verdadera relación de la conquista del Perú. Obtenido de: http://estudiosindianos. org/biblioteca-indiana/verdadera-relacion-de-la-conquista-del-peru/

Porras, R. (1986). Los Cronistas del Perú (1528 – 1650) y Otros Ensayos. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

Rostworowski, M. (2001). Pachacútec Inca Yupanqui. Lima, Perú: Instituto de Estudios Peruanos. Obtenido de: https://es. scribd.com/document/333139746/Pachacutec-inca-Yupan qui-Maria-Rostworowski-de-Diez-Canseco-pdf

Thomás, F. D. (2013). Lexicón o Vocabulario de la lengua general del Perú. (1ra. ed., Vol. 1 y 2). Perú: Fondo Editorial de la Universidad San Martín de Porres.

Viracocha ¿Dios creador de los incas?

Viracocha ¿Dios creador de los incas?

A Viracocha lo nombran en las crónicas como el dios Hacedor del universo incaico, pero lo describen como un hombre blanco y barbudo que anda vestido con una túnica alargada que le llega hasta los pies y porta un báculo.

Otros lo identifican como el dios de los báculos y lo confunden con una figura tallada en la Portada del Sol de Tiahuanaco; también dicen que representa la Estela de Raymondi de la cultura Chavín, incluso señalan un origen en la antigua civilización de Caral, sin embargo, dicha información no permite descubrir quién es y cómo se originó en el pensamiento de los incas la concepción de un dios como Viracocha.

En este post analizamos algunos criterios que tratan de entender el origen de este dios misterioso.

Índice

1. Manipulación del mito de Viracocha

Algunos de sus más conspicuos investigadores dicen que su historia fue manipulada por una conspiración de los cronistas con la intervención de miembros de la feligresía cristiana para sincretizar una cultura sobre otra. El objetivo no era otro que catequizar indígenas usando los dioses, figuras y razones andinas.

¿Será indudable este concierto de voluntades? ¿Podemos creer que se pueda orquestar un plan tan azaroso?

2. ¿Viracocha fue un fantasma?

También aseguran que nunca existió un dios Hacedor incaico, incluso dicen que  fue un fantasma aparecido a un príncipe incaico antes de estallar la guerra contra los chancas, tal como lo admite el Inca Garcilaso de la Vega en los Comentarios Reales de los Incas (ver aquí).

¿Será cierto lo que cuenta el cronista Inca?

3. ¿Viracocha fue el dios principal de los incas?

Por otra parte, están quienes consideran que fue el dios principal del panteón de dioses incaicos, por ser el creador de todas las cosas existentes del mundo andino.

De ser así:

¿Por qué razón no gozó de una fiesta principal como sí la tuvo el Sol o Inti, cuya festividad se denominó el Inti Raymi, es decir, la fiesta del sol?

Es incongruente que, siendo el principal dios de los incas no disponga de una fiesta para venerarlo y rememorarlo.

Es otra gran incógnita en la historia del misterioso dios.

Entonces, si Viracocha es el Hacedor de todo lo creado, según como narran las crónicas, también creó el sol y la luna, por consiguiente, dispone de una jerarquía superior a ambos pues él es su creador. No obstante, las crónicas aseguran que el Inti o Sol fue el principal dios de los incas.

Ante esta dicotomía:

¿Cómo puede la entidad creada superponerse a su creador? ¿Cuál fue el momento histórico en que el dios Viracocha pierde hegemonía ante un sol avasallador?

Al parecer, estamos ante muchas incongruencias que nos hacen dudar del testimonio recogido por los cronistas.

¿Debemos creer en todo lo narrado por los cronistas?

4. ¿Qué significa Viracocha?

Cuando analizamos la voz quechua Viracocha, hallamos en su composición dos voces: una es wira que significa grasa o sebo y la otra es cocha cuyo significado es mar o manantial. Quiere decir “mar o manantial de sebo”, tal como lo describe Garcilaso de la Vega.

Nos preguntamos entonces:

¿Por qué el dios principal de los incas y creador de todo significa mar de sebo? ¿Estamos ante un error de traducción? ¡No! Porque la traducción es correcta.

¿Cómo interpretar el sentir incaico ante tal nombre?

En tanto más escarbamos la narración de los cronistas, menos datos esclarecedores del pasado obtenemos y más dudas admitimos. Posiblemente por esta razón, algunos investigadores modernos han concluido en la posibilidad de estar ante una creación realizada por los cronistas.

5. Cuniraya Viracocha es también el dios incaico?

Para seguir dudando más aún, en la sierra central del Perú, más exactamente en la provincia de Huarochirí, relatan un añejo mito con la intervención de Viracocha. Narra sus aventuras cuando se enamora de una bella doncella india llamada Cavillaca que asume ser una huaca, sin embargo, el nombre del dios es de Cuniraya Viracocha.

Si Viracocha es un dios cusqueño, entonces:

¿Cuál es su relación con las lejanas serranías de Lima? ¿Por qué se llama Cuniraya Viracocha? ¿Cuándo se originó tal mito? ¿Será que existen dos versiones distintas de la tradición?

6. ¿Tuvo culto el dios Viracocha?

Otras versiones dicen que fue un dios muy antiguo que, con el paso del tiempo, fue suplantado por el Inti o Sol quedando su culto y verdadero significado en el olvido. Sin embargo, en tiempos de Viracocha Inca le construyeron un templo en Cacha, muy cerca del Cusco, lo que hoy día es Rakchi (ver aquí). También, en el reinado del inca Pachacútec, ordenó esculpir en piedra una imagen del dios que fue colocada en dicho templo. Templo y escultura son dos pruebas arqueológicas del culto a dicho dios.

Aún más, en el Cusco, Pachacútec Inca ordenó la construcción de un templo en su nombre y según Cristóbal de Molina el Cuzqueño, hubo una imagen de Viracocha en el templo Coricancha.

Escultura, templo e imagen prueban el culto al misterioso dios.

7. Viracocha y Pachacámac ¿Son lo mismo?

Según narra Garcilaso de la Vega, el significado de la palabra dios en quechua no es Viracocha. Para este caso, la dicción dios estaría vinculada a la voz quechua Pachacámac, porque dicho nombre significa el hacedor del mundo. De esta manera, Garcilaso introduce a un dios de origen costeño y le otorga rango de dios hacedor.

¿Tendrá razón Garcilaso?

Por lo pronto, las crónicas expresan que los incas rendían culto a Pachacámac. Incluso en su templo de Lurín, al sur de Lima, Túpac Inca Yupanqui ordenó la construcción de un santuario al Sol, pero no a Viracocha.

8. ¿Viracocha fue un gran óvalo?

Para seguir intoxicándonos más, Joan de Santacruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua fue un cronista collagua, en cuya crónica incluye un dibujo de Viracocha y lo semeja a un gran óvalo. Es el único cronista que traza la imagen del dios como un diagrama geométrico.

La cuestión es:

¿Por qué no explicó el proceso formativo que derivó en el óvalo?

Pachacuti Yamqui dejó muchas más dudas que sus antecesores, porque ningún cronista describió a Viracocha como una figura oval.

¿Será que los incas adoraban un óvalo?

9. Viracocha y la investigación moderna

Historiadores e investigadores modernos han escrito sobre el dios tratando de descubrir su esencia, sin lograr esclarecerla. La información obtenida en las añejas crónicas coloniales es incierta, tanto como confuso y complejo es el dios.

Nos preguntamos:

¿Son serios los temas allí tratados? ¿Poseen evidencias arqueológicas, míticas, etnológicas para creer en ellas?

A sabiendas de que la esencia del dios sigue siendo un misterio, nos permite inferir que las dudas seguirán.

10. ¿Viracocha en tiempos de Internet

Con la maravilla de Internet, observamos que existe mucha literatura acerca de este tema, incluso se han editado vídeos del origen del dios.

Igual nos preguntamos:

¿Son fidedignos los contenidos insertos en Internet o son simplemente comentarios personalizados de cada uno de los autores?

De ser así, estaríamos aceptando como fuente cierta, temas cuyo contenido fue elaborado sin tomar como fundamento las fuentes andinas, es decir, la narración de los cronistas.

11. Viracocha y la catequización indígena

Investigadores modernos también comentan que, la imagen del dios fue desnaturalizada por obra de los escritos de los cronistas, quienes crearon un dios muy cercano a la imagen del Dios judío cristiano.

¿Será cierto lo revelado en esos escritos? ¿Será cierto que hubo todo un embrollo entre cronistas a fin de catequizar indígenas con la figura de un dios incaico? ¿Se puso de acuerdo la feligresía cristiana con algunos cronistas para alterar el mito del dios?

De ser así, estamos ante la imagen distorsionada del dios de los incas y por esa razón, la dificultad de entenderlo.

12. Viracocha ¿Fue un indígena célebre?

Otros presentan al dios Viracocha como un héroe que existió en la realidad, es decir, fue un ser humano que luego, por sus hazañas, fue divinizado.

Según la crónica de Juan Diez de Betanzos, Viracocha tuvo dos hijos, sin embargo, en la de Sarmiento de Gamboa se dicen tres.

De ser así:

¿Cómo los engendró? ¿Tuvo mujer el dios? ¿Cómo se llamó?

Y de no ser así:

¿De dónde salieron sus hijos?

¿Habrá sido Viracocha un indígena divinizado por sus hazañas?

13. Viracocha y la educación actual

Teniendo en cuenta la cantidad de incógnitas que rodean la figura del dios:

¿Cómo queda todo lo enseñado en los colegios y universidades?

La educación recibida señala que el dios de los incas fue el Inti o Sol.

En tal caso:

¿Es posible la comunión de dos dioses a los cuales los incas rindieron culto? ¿Será que nos han contado una historia falsa o será que aún no hemos descubierto quién fue y qué representó el dios para los incas?

Es indudable que, por muchos motivos, la divinidad se ha convertido en un enigma sin resolver del panteón de dioses incaicos.

14. ¿Tuvieron culto monoteísta los incas?

Sabemos que en el mundo incaico el orden fue establecido en base al género, forjándose así la unidad del sol y la luna.

Es indudable y reconocido por muchos investigadores que en el mundo incaico no existe la unidad. Para crearla, es necesario unir dos elementos antagónicos pero complementarios, aspecto que encaja perfectamente con el sol y la luna, aunque tal norma no es posible aplicarla con Viracocha porque es un dios único.

Entonces:

Presumimos que, en algún momento de la historia incaica, rindieron culto a un solo dios y, por tal razón, hubo una religión monoteísta.

¿Será cierto tal criterio?

15. ¿Será el Dios de los báculos de Tiahuanaco?

En las ruinas de la Portada del Sol de la antigua cultura tiahuanaco y en el frontis de dicha estructura, esculpieron una divinidad antigua conocida como el dios de los báculos.

Tal figura es continuamente relacionada y nombrada como el dios Viracocha sin tener los fundamentos pertinentes, porque ninguna crónica expresa que Viracocha fuera esculpido en dicha portada, por el contrario, algunas crónicas dicen que Viracocha fue un ser humano.

Nos preguntamos:

¿Será cierto que la divinidad de la Portada del Sol es Viracocha? O si, por el contrario ¿Será un dios ignoto y a la fecha no sabemos a quién representa?

16. Conclusión

Podemos decir que estamos ante un problema complicado que, en tanto no lo resolvamos, no permitirá descubrir la real identidad del dios creador; es más: las incongruencias narradas nos hacen pensar en dar la razón a Garcilaso cuando expresa que Viracocha fue un fantasma.

En algunos de nuestros posts tratamos de resolver las dudas y conjeturas que presenta el dios creador de los incas. Viracocha es un dios principal del panteón de dioses incaicos cuyo quehacer explica el origen de las expresiones culturales del imperio incaico.

Nosotros consideramos que el mito de Viracocha es una herramienta histórica no utilizada hasta ahora. El mito cambia la percepción que tenemos del dios porque su esencia se halla oculta en su mito. El estudio integral del quehacer del dios otorga validez al pensamiento de los incas, además, confiere valor histórico y cultural al relato mítico.

El mito de Viracocha, es el relato de una historia en apariencia fabulosa pero enlazada con la realidad. Nos enseña quién fue y qué representa Viracocha en el incanato; el mito disipa casi todas las dudas descritas anteriormente.

Cada tema expuesto acerca del dios Viracocha es susceptible de crítica; porque se debe emplear el mito como herramienta segura para reconstruir el pensamiento incaico; adelantamos que, en la recuperación e interpretación del mito de Viracocha se percibe que la enseñanza del panteón de dioses incaicos impartida en escuelas y universidades ha sido incierta.

Si lees nuestro libro El mito de Viracocha (ver aquí), lograrás descubrir la auténtica identidad de Viracocha, resolver enigmas y misterios nunca explicados por nuestros antepasados que solo pudieron dejarnos un mito en el que expresaron el pensar y sentir incaico de esos tiempos.

17. Referencias

Busto, J. A. (1981). Perú incaico. 3ra. ed. Librería Studium, Ed. Lima, Perú.

Garcilaso de la Vega, I. (1985). Comentarios reales de los incas. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

Rostworowski, M. (2014). Estructuras Andinas del Poder – Ideología Religiosa y Política. Lima, Perú: Instituto de Estudios Peruanos.

Sáenz, O. (2021). El mito de Viracocha. Lima, Perú.

18. Nota del autor

Si deseas una explicación sustentada que aclara cada uno de los temas referidos en este post, la podrás encontrar en nuestro libro: El mito de Viracocha, visita nuestra sesión del menú: Libros.

Paqarina

Paqarina

Un concepto del pensar incaico trascendente para determinar la aparición de las etnias en el territorio andino, es el de paqarina. Es una voz quechua que precisa el lugar por donde surgieron las comunidades indígenas en el territorio andino. La palabra pasó desapercibida, incluso, casi olvidada en su esencia. El pensamiento indígena la vincula con un lugar o un accidente geográfico o con un animal o algún elemento del mundo natural de los incas, en donde se produjo el origen de las etnias primigenias. También, acoge el lugar donde retorna del indígena cuando fallece. Por lo tanto, la noción de paqarina se asocia al origen del antepasado primigenio y es el lugar de descanso del indígena a su muerte. Vida y muerte ambas se encuentran en la paqarina.

En este post describimos el extenso concepto de la paqarina y exponemos los criterios de cronistas, historiadores e investigadores que la vinculan como una explicación del más allá incaico, es decir, lo que sobreviene al indígena después de la muerte.

Índice

1. La paqarina según Garcilaso de la Vega

La paqarina es mencionada por casi todos los cronistas. Según Garcilaso de la Vega, I. (1985: 34, 76), los indígenas se sienten honrados por haberse originado de una fuente, un río, un lago o del mar; también, de algún animal, como un oso, el puma, el tigre; incluye aves como el cóndor o el halcón; algún pez; incluso de algún accidente geográfico como una sierra, un monte, risco o caverna.

Cuenta que los collas presumían proceder de diversas paqarinas: algunos relatan que sus primeros padres salieron de las aguas del Titicaca, por lo que estimaban al lago como una madre sagrada objeto de adoración y sacrificios. Otros decían provenir de un gran manantial por donde salió su primer antecesor.

En otros pueblos decían que sus antecesores habían salido por las cuevas y resquicios de unos grandes riscos. Otra gente, contaban haber salido de un río al cual veneraban, era tan grande la estima, que castigaban al que cazaba sus peces, los valoraban como si fueran sus hermanos.

Todos los entes y elementos de la naturaleza nombrados son las paqarinas o lugares donde se originan las distintas etnias que poblaron el antiguo Perú.

Según el pensamiento incaico, las paqarinas son consideradas como huacas o lugares sagrados y, en su tiempo, les ofrendaban sacrificios en recuerdo del origen de sus antepasados.

2. Definición de la paqarina

Según el Diccionario de la Academia Mayor de la Lengua Quechua D.A.M.L.Q. (2005) la voz paqaric significa:

“que aparece, se origina, crea o nace de algo o de alguien”.

El vocabulario de Diego Gonçález Holguín registra paccarichik como el que da principio a alguna cosa y paccarichik machu chauchu, o hurutmi, como el principio del linaje.

Ludovico Bertonio anota en aimara la palabra pacaritha como nacer y pacarini como el lugar donde uno nació.

Queda claro que ambos lexicógrafos coinciden que el concepto señala el principio de un linaje o el lugar de nacimiento.

3. El mito de Viracocha y la paqarina

En el libro El mito de Viracocha de Sáenz, O. (2021a) (ver aquí) narran que la paqarina se genera en Paqaric Tampu o el tambo del amanecer, esto es, el lugar por donde apareció Manco Cápac y sus hermanos, sin embargo, la noción es antiquísima y tiene un origen mítico. Se genera cuando Viracocha surge del Titicaca, por eso, el lago es la paqarina y génesis del origen del dios y de las futuras paqarinas del Mundo Bajo o terrenal.

La paqarina cumple con una norma del Kybalión: el principio de correspondencia, es decir, si el dios se origina por una paqarina, idéntico origen tendrá su creación.

Cuando Viracocha aparece en el lago Titicaca, se traslada a la isla del Sol, y allí crea el sol, la luna y las estrellas, de manera que, los astros del Mundo Alto o celestial tienen por paqarina el lago mítico. Siguiendo la norma, el mito indica que Viracocha diseñó en piedra al género incaico y por último esculpe a Manco Cápac y Mama Ocllo con sus hermanos. Los ocho hermanos son convocados por el Sol y arrogados como hijos. Terminado el suceso, Viracocha ordena a las cuatro parejas sumirse en tierra, así la Pachamama, es la portadora de la etnia incaica hasta su aparición en Paqaric Tampu o el tambo del amanecer y salen por una cueva del cerro Tampu T´tocco, que es la paqarina de los incas.

Idéntica fórmula se aplica para la etnia indígena, en efecto, cuando Viracocha ordena sumir en tierra a la segunda creación de gente, éstas aparecieron por: cuevas, ríos, fuentes, lagunas, cerros, árboles, etc., todas son paqarinas, conforman así el Mundo Bajo como una gran paqarina. A futuro, la paqarina será el origen de los indígenas y de las provincias desarrolladas en aquellos tiempos.

4. La paqarina según Cieza de León

Pero la voz paqarina no solo designa el sitio de origen de la gente: también es el lugar donde retornan los difuntos al final de su vida terrenal. De modo que tiene doble significado: como lugar de origen y como fin de la vida indígena. Cuenta Cieza de León, P. (2005: Cap. XCVII, 250) que al fallecer un indígena iba con rumbo a un gran lago que había sido su origen. Cuando Cieza señala un lago, se refiere a una paqarina.

En efecto, cuando el indígena fallece retorna a su paqarina, pero no podemos sino preguntarnos ¿Para qué vuelve a su paqarina?

En el mundo incaico existe un estado de vida oscuro, oculto, secreto, antes de nacer y después de morir, cuya explicación la hallamos en el mito de Viracocha y está relacionado con la muerte. No existen datos escritos por los cronistas que expliquen el acaecer de la muerte, ni su significado, ni su sentimiento; ningún cronista explica qué sucede con el indígena después de fallecer, ni cómo se comportaba en el más allá.

5. Viracocha y su vínculo con la muerte

El libro El mito de Viracocha de Oscar Sáenz (ver aquí), explica el pensar incaico ante el devenir de la muerte. El indígena asocia la muerte con la oscuridad y lo patenta en el hijo de Viracocha de nombre Tawapaka, que encarna el ingreso del Sol en la oscuridad. Previo a la muerte del Sol, ingresa en un estado oscuro, secreto, a la espera de retornar a una nueva vida. Tras el ocaso del sol siempre retornará después de transitar por una fase oscura. Por el principio de correspondencia, lo mismo sucederá con el indígena, es decir, entrará en un estado oscuro, como Tawapaka, para después retornar.

Tuvo razón Garcilaso de la Vega, I. (1985: 58) al decir que los indígenas eran muy celosos de sus cuerpos, sus uñas, sus cabellos, etc. Los protegían colocándolos en alguna rendija de la casa, en efecto, el indígena sabía que después de morir volvería a vivir, pero, para que ocurra, era necesario tener completo todo el cuerpo: conservar su piel, sus huesos, sus cabellos, sus uñas y, de ser posible, hasta escupían en un solo lugar. Explicación que sustenta la momificación de los cuerpos. Sin embargo, el cronista inca confunde el relato con la resurrección de las ánimas, idea cristiana, no se trata de resucitar, sino de retornar, como lo explica la cita:

Muchas vezes (por ver lo que dezían) pregunté a diversos indios y en diversos tiempos para qué hazían todo aquello, y todos me respondían unas mismas palabras, diziendo: “Sábete que todos los que hemos nascido hemos de bolver a vivir en el mundo […] y las ánimas se han de levantar de las sepulturas con todo lo que fue de sus cuerpos”. Garcilaso de la Vega, I. (1985: 58).

.

6. Evidencia que sustenta el trance de la muerte

Para sustentar nuestro parecer acerca del pensar incaico ante el drama de la muerte, escogimos algunos comentarios expresados por cronistas e investigadores modernos.

Prestemos atención a lo siguiente:

6.1. Según narra Pachacuti Yamqui, S. J. (1993), en cierta ocasión cuando terminaba de celebrarse la fiesta del Cápac Raymi o fiesta real o del Señor, mientras iba atardeciendo y conforme entraba la noche, los indígenas se retiraban diciendo:

“¡O que presto se acabavá la fiesta y agora nos queda sólo la muerte pues que la muerte lo a de llegar como agora los anochesse, sueño ymajen de muerte!” (209).

Obsérvese que la muerte está asociada con la oscuridad, es el lado oscuro de Viracocha. Es el sol oscuro o Tawapaka reinando.

6.2. Cuando don Francisco López de Gómara (citado en Garcilaso de la Vega, I. 1985: 58) describe a los españoles profanando las tumbas indígenas y dispersando sus huesos a la búsqueda de oro, relata que les suplicaban para que no procedieran de esa manera, porque los restos de su familia debían estar juntos para al instante del retorno. F. de Gómara, al igual que Garcilaso y Cieza, menciona la creencia indígena en la resurrección de las almas.

6.3. Otro suceso ocurrido en Cajamarca relata la captura y prisión de Atahuallpa. Previo a su ejecución aconteció una apostasía: a pesar de que el inca rendía culto solar, en vísperas de su muerte renuncia a sus creencias religiosas y prefiere ser bautizado, aceptando el catolicismo como religión. No tenía otra finalidad que librarse de la hoguera. En realidad, Atahuallpa sabía que el fuego destruiría su cuerpo, la reducción a cenizas, según su religión, no le permitiría retornar jamás. Pedro Pizarro (citado en Valcárcel, L. 1964: T. 2, 207) escuchó poco antes de la ejecución de Atahuallpa cómo instruía a su gente diciendo que, si no lo quemaban, aunque muriera, volvería. Pizarro confunde también retornar con resucitar.

6.4. Otra razón que justifica el pensamiento indígena ante la muerte es la ofensa cometida por el general Chalcuchimac a la momia de Túpac Inca Yupanqui. Cuando la quemó, destruyó el cuerpo e impidió que la creencia de retornar hiciera valer su designio y su efecto. Como paradoja, el general de Atahuallpa fue quemado vivo por Manco Inca Yupanqui, vengando así, el hecho funesto ocurrido a su antepasado.

6.5. Girard, R. (1976) relata un hábito funerario panamericano practicado por los indígenas en sus rituales de entierro. Dice que solían colocar el cadáver con los pies hacia el oeste y la cabeza en dirección al este. El simbolismo de tal costumbre es evidente: los pies al oeste señalan el camino del difunto hacia el mar del océano Pacífico, que es el ocaso del sol, es la entrada del sol en la oscuridad que simboliza su muerte. A su vez, la cabeza hacia el este señala el lugar donde amanece el sol, luego simboliza el retorno del sol y del indígena a la vida.

6.6. Valcárcel, L. (1964) narra un pasaje del padre Gregorio García relatado en su libro titulado Predicación del Evangelio en el Nuevo Mundo, viviendo los apóstoles. El suceso aconteció durante el reinado del Inca Pachacútec, después de concluido el combate y salir victorioso en la batalla contra los collas, ordenó a su milicia juntar los cadáveres de los caídos en combate. Los incas tuvieron mucho respeto en depositar los cuerpos de sus difuntos con esta frase:

“Acabado este mundo, nos habemos de levantar todas las gentes con vida nueva y con esta misma carne como ahora somos”. (T. 3, 536).

Es el pensamiento incaico ante la muerte: vida nueva con los mismos cuerpos.

6.7. Un fragmento del sermón del domingo de resurrección emitido por el Dr. Dávila describe un relato ilustrativo cuando en su admonición toca el tema de las creencias indígenas después de la muerte.

Prestémosle atención:

“[…] y vosotros los indios, que soléis decir entre vuestros engaños esto. En muriendo uno, todavía por cinco días se está su alma en la casa que murió, y así le dais a comer, echando en el fuego maíz molido, fingiendo que aquello come, y llorándole a la noche, y al fin del quinto día, cuando se va a poner el sol, vuestro mal sacerdote, o engañador, os engaña, y hace creer mirando donde se pone el sol, diciendo: mira, cata allí, donde va la ánima de tu padre, o de tu marido, ¿no la ves? Cátala allí. Siendo todo mentira, y hablando en vano lo que no es y soléis traer sobre el fuego la ropa del difunto, todo esto es burla y hablar al aire”. Valcárcel, L. (1964: T. 2, 205).

La cita anterior ilustra la creencia indígena después de acaecida la muerte. Cuando Dávila relata que el sacerdote indígena solicita mirar la puesta del sol, es porque alude el camino recorrido por el difunto a su encuentro con la oscuridad, es el lugar por donde transitan y después desaparecen los tres Viracochas del mito, es el mar del océano Pacífico, extensión de agua que el difunto también tendrá que recorrer; es, en definitiva, el camino del sol al fin del día para ingresar en la oscuridad que es su muerte. La cita también revela hábitos funerarios antiguos, como que: el velatorio dura cinco días, la costumbre de alimentar a los muertos, la ropa nueva del difunto y la puesta del sol referida.

6.8. El Padre Calancha (citado en Valcárcel, L. 1964: T. 2, 207) relata una tradición rescatada de los pueblos serranos visitados, donde constató la creencia indígena de que las ánimas de los muertos iban rumbo a una tierra denominada upamarca o poblado mudo. Para llegar, debían cruzar un río por sobre un puente estrecho construido con cabellos. La marcha se cumplía con la guía y ayuda de unos perros negros. El simbolismo con el mito de Viracocha es evidente: el suceso de los tres Viracochas andando sobre las aguas del océano Pacífico y perdiéndose en el mar, de ahí la analogía con el puente de cabellos; el uso de perros negros se conjuga con el ingreso a la oscuridad.

6.9. Un hecho insólito ocurrió en el cuarto viaje de Cristóbal Colón, según refiere Sánchez, L.A. (1981: T. 1, 150-151). Tras un año de privaciones y forzados por las inclemencias, las tormentas y otras vicisitudes, tuvo lugar la sublevación de los navegantes. La falta de provisiones y la negativa indígena de otorgarlas zarandeó los ánimos de Colón y concibió una treta: sabedor del temor indígena a los eclipses ―muerte del sol o de la luna― los amenazó con enrojecer la luna y ocultarla si no cumplían con sus exigencias. Es evidente que Colón sabía que el 29 de febrero de 1504 ocurriría un eclipse lunar. Cumplida la profecía, los indígenas temieron por sus vidas y también a los poderes de Colón, y facilitaron las provisiones necesarias. Nuevamente, se asocia la oscuridad con la muerte, temor indígena conocido por los españoles desde la época de Cristóbal Colón.

6.10. Hocquenghem, A. (1989: 127-128) relata una tradición de la sierra andina: se concreta en que las almas de los indígenas fallecidos debían cruzar una extensión de agua que se encuentra en la trayectoria del ocaso del sol. El relato concuerda con el mito de Viracocha: la extensión de agua que deben transitar refiere la caminata de los Viracochas en el océano Pacífico, es el ingreso en la oscuridad, es la muerte del sol. Simboliza también su paqarina.

6.11. De Arona, J. (1974) refiere en su diccionario de peruanismos la frase sol de los muertos. Es interesante su descripción:

“Llaman sol de los muertos, a una luz repentina y como azafranada o anaranjada que arroja el sol cuando ya parecía haberse puesto. Es de corta duración; es una especie de crepúsculo; es el último bostezo del día soñoliento cayendo en brazos de la noche”. (T. 2, 358).

La definición de Juan de Arona es un provincialismo vinculado al cuarto sol o Tawapaka, el sol oscuro que representa la muerte. De ahí, la denominación sol de los muertos.

6.12. El escritor peruano Arguedas, J.M. (1987: 147), en su novela titulada Todas las sangres, rescata y describe un cántico o harawi fúnebre, entonado cuando los mineros indígenas dan sepultura a unos restos humanos hallados en un socavón minero. En las serranías peruanas es notorio que la muerte se asocia con una sombra negra. La traducción presentada es del texto original, sin corrección alguna por nuestra parte. No obstante, puesto que la traducción original en dos líneas no es la más adecuada a este contexto, la hemos acomodado por estrofas:

Quién eres, sombra, negra sombra, muerta.

Yo no sé, no sé nada de ti, ¡au! triste sombra

sin nombre, ciega, sin cabeza, sin manos;

sólo dos huesos fríos; ¡llorad!

No te conoce sino la muerte

¡A a a a! ¡U u u u!

6.13. Por último, cuando el inca Titu Cusi Yupanqui narra las peripecias sufridas por su padre Manco Inca Yupanqui ante la administración y clero español, menciona que el inca presintió cercana su muerte y convocó a sus más allegados familiares y colaboradores para decirles lo siguiente:

“Ya me parece se ba haciendo tiempo de partirme a la tierra de los Andes […]”. Cussi Yupanqui, T. (1992: 50).

Así, el inca menciona como paqarina a la cordillera de los Andes, lugar por donde retornará después de su muerte. Se trata de una opinión opuesta a la de Garcilaso, pues en sus Comentarios Reales expresa que, cuando los incas fallecían iban al cielo para reunirse con su padre, el Sol. Juicio muy cercano al cristianismo y lejano del contexto y pensar incaico.

7. Conclusión

La noción de paqarina se vincula con el origen y destino final del hombre incaico.

Después de su muerte el indígena ingresará a un estado oscuro para después retornar; por el principio de correspondencia, cuando muera, le sucederá lo mismo que al sol, es decir, retornará a una nueva vida.

En la interpretación del mito de Viracocha se manifiesta la concepción incaica de la muerte, de modo que los incas tuvieron respuesta a la pregunta esencial acerca de la trascendencia de su vida, o lo que es igual: sabían hacia dónde iban.

Nuestros antepasados creían que nunca iban a morir, que les sucedería lo mismo que al sol: nacer, crecer, decaer, morir, para luego retornar a su paqarina.

8. Referencias

Arguedas, J. M. (1987). Todas las Sangres. (3ra. ed.) Horizonte.

Cieza de León, P. (2005). Crónica del Perú el señorío de los incas. Caracas, Venezuela: Fundación Biblioteca Ayacucho. Obtenido de: http://www.biblioteca.org.ar/libros/211665.p df.

Cusi, Y. T. (1992). Instrucción al licenciado Lope García de Castro (1ra. ed.). Lima, Perú: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

D.A.M.L.Q. (2005). Diccionario Quechua-Español-Quechua. Academia Mayor de la Lengua Quechua. (2da. ed.) Cusco Perú. Obtenido de: http://lengamer.org/admin/language_ folders/quechuadecusco/user_uploaded_files/links/File/AMLQuechua-Dic.pdf.

De Arona, J. (1974). Diccionario de Peruanismos. (Vol. 1 y 2). Promoción Editorial inca S.A. (PEISA).

Garcilaso de la Vega, I. (1985). Comentarios reales de los Incas. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

Girard, R. (1976). Historia de las Civilizaciones Antiguas de América – Desde sus Orígenes. (Vols. 1, 2 y3) Madrid, España: Ediciones Istmo.

González Holguin, D. (1608). Vocavulario de la lengva general de todo el Perv llamada lengva qquichua o del Inca. Obtenido de: http://www.letras.ufmg.br/padrao_cms/documentos/pr ofs/romulo/VocabvlarioQqichuaDeHolguin1607.pdf.

Hocquenghem, A. (1989). Iconografía Mochica. (3ra. ed.). Lima, Perú: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Pachacuti Yamqui, S. J. (1993). Relación de antigüedades deste Reyno del Pirú. (Con edición facsimilar del códice de Madrid. Edición de César Itier, estudio y comentario histórico de Pierre Duviols, estudio, comentario lingüistico y edición de César Itier ed.). Madrid, España: Instituto Francés de Estudios Andinos – Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas.

Sáenz, O. (2021a). El mito de Viracocha. (1ra. ed.). Lima, Perú.

Sáenz, O. (2021b). Viracocha el sol de soles. (1ra. ed.). Lima, Perú.

Sánchez, L. A. (1981). Historia General de América. (11.ª. ed.). (Vols. 1, 2 y 3). Perú: Editorial Universo.

Valcárcel, L. (1964). Historia del Antiguo Perú. (Vols. 1, 2 y 3). Lima, Perú: Juan Mejía Baca.

Huanacauri

Huanacauri

El cerro Huanacauri tuvo un gran protagonismo en los tiempos míticos de la aparición de los cuatro hermanos Ayar, su fama se prolongó durante todo el tiempo que duró el incanato. Por sus faldas trepó Manco Cápac, Mama Ocllo, sus hermanos y sus ayllus o familias buscando la anhelada tierra fértil para fundar el Cusco.

En Huanacauri celebraron por primera vez la ceremonia de Huarachico o rito de iniciación de guerreros para los jóvenes de la nobleza incaica. Fue una huaca tan estimada como el Coricancha, sin embargo, el significado del nombre quedó olvidado. En este post te informamos cómo se genera el significado histórico del mítico cerro.

Índice

1. Huanacauri: reseña mítica

Después que los hermanos Ayar confinaran en su cueva de origen a Ayar Cachi (ver leyenda de los hermanos Ayar aquí), los hermanos restantes prosiguieron la marcha. Salieron de Quirirmanta que está al pie de un cerro (después nombrado como Huanacauri) y Ayar Manco lo trepó. En el instante que alcanzó la cumbre, surgió un arcoíris muy hermoso, y sobre él, otro más, de manera que el rey quedó en medio de los dos. El extraño suceso meteorológico causó admiración y fue tomado como un buen presagio. Ayar Manco vaticinó bonanzas y triunfos, en las crónicas de De Sarmiento, P. (1572/1965: párr. 216013) y Pachacuti Yamqui, J. de. (1993) dicen:

“¡Tened aquello por señal que no será el mundo más destruido por agua! ¡Lleguemos allá, y desde allí escogeremos donde habemos de fundar nuestro pueblo!”.

En la narración mítica se percibe el origen de un símbolo religioso de los incas: el Arcoíris, en quechua conocido como Cuychi. Para los incas fue una entidad (no deidad) importante, tuvo un aposento particular en el templo Coricancha tal como referimos cuando abordemos el significado de este templo.

Conforme descendían, Ayar Manco observó a lo lejos que en medio del camino se encontraba una huaca, por lo que ordenó a Ayar Uchu retirarla. El hermano se adelantó y al llegar se sentó en la huaca preguntándole qué hacía allí. La huaca sobresaltada trató de mirar de quién se trataba, pero no pudo, el peso de Ayar Uchu lo impedía. De pronto Ayar Uchu quiso parase, pero no lo logró, las plantas de sus pies estaban pegadas en tierra y había comenzado a petrificarse.

Sus hermanos vieron a lo lejos el problema. Ayar Uchu aceptando su suerte les dijo que se quedaría allí por siempre, como un ídolo petrificado. Solicitó a Ayar Manco como una retribución en virtud a su buena voluntad que le rindan veneración en sus fiestas y honores cuando celebrasen la ceremonia de Huarachico o fiesta de armar caballeros. Exigió que fuera el primero en recibir las ofrendas y lo adorasen como un padre en aquel preciso lugar en que se quedaba.

En memoria y recuerdo del hermano, bautizaron el sitio como Ayar Uchu Huanacauri. La ceremonia del Huarachico tuvo vigencia permanente desde el tiempo de Ayar Manco hasta el arribo de los españoles. Los sacrificios y ofrendas, se dirigían primero al cerro Huanacauri cumpliendo de esta manera lo acordado con el hermano.

2. Significado de Huanacauri

El nombre del cerro con el que tropezó y que después trepó Ayar Manco es el famoso Huanacauri, nombre confuso y difícil de traducir, según Cerrón-Palomino, R. (2013), (2016), una fuente que lo aclara es Sarmiento de Gamboa cuando dice:

“Y partiendo de aquí [Quirirmanta], llegaron al cerro [Huanacauri], que está dos leguas, poco más o menos, del asiento del Cuzco, y subidos a la cumbre, vieron en ella el arco iris del cielo, al cual los naturales llaman guanacauri”. (1572/1965: párr. 216013, ibid.).

Respecto a “guanacauri” Rodolfo Cerrón plantea tres precisiones:

1) Huanacauri no es una palabra del idioma quechua ni aimara.

2) Para los indígenas de esa época, Huanacauri equivalía a decir Arcoíris, y

3) Huanacauri sería una palabra de filiación puquina, compuesta por wana que significa hermoso, flamante, nuevo y kawri que quiere decir arcoíris. Juntando ambas, el nombre del cerro quiere decir hermoso arcoíris.

El planteamiento de Cerrón no es jalado de los pelos, cuenta con el respaldo de la narración mítica anterior y la del cronista collagua Pachacuti Yamqui: suceso cuando Ayar Manco trepa la cumbre del cerro y en la cima aparece un arcoíris y encima otro más, quedando Ayar Manco en medio de ambos. El suceso fue descifrado como un vaticinio favorable que auspiciaba un futuro próspero a las familias y el Arcoíris fue incorporado como escudo incaico.

3. Conclusión

Huanacauri es una huaca originada en el relato mítico de la aparición de dos arcoíris rodeando a Manco Cápac.

En sus lomas queda convertido en una estatua de piedra a Ayar Uchu, bautizado con nombre de Ayar Uchu Huanacauri que quiere decir: Hermoso Arcoíris de Ayar Uchu.

También es el lugar por donde el sol amanece y donde los incas celebraban sus ritos de iniciación de guerreros en honor de Ayar Uchu (ver significado aquí).

4. Referencias

Cerrón, Palomino, R. (2013) Las lenguas de los incas: el puquina el aimara y el quechua. Peter Lang, Frankfurt am Main, Alemania.

Cerrón, Palomino, R. (2016). El lenguaje como hermenéutica en la comprensión del pasado: a propósito del puquina en la génesis del imperio incaico. Diálogo Andino N° 49, páginas 11-27. Obtenido de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php ?script =sci_arttext&pid=S0719-26812016000100004&lng=es&nrm =iso.

De Sarmiento, P. de. (1572/1965). Historia de los incas. (Segunda parte de la Historia general llamada Indica). Obtenido de: https://es.Scribd.com/document/50568767/SARMIENTO-DE-GAMBOA-Pedro-1572-1965-Historia-de-los-incas-Segunda-parte-de-la-Historia-Ge neral-Llamada-Indica.

Pachacuti Yamqui, J. de. (1993). Relación de Antigüedades deste Reyno del Piru. Estudio Etnohistórico y Lingüístico de Pierre Duviols y César Itier. (Edición facsimilar y transcripción paleográfica del códice de Madrid ed.).

Sáenz, O. (2021): La historia de Viracocha. 1ra Edición, Lima, Perú.

Cápac

Cápac

El significado de Cápac es muy antiguo, cuando por diversas circunstancias ocurría el deceso de algún rey y asumía el mando el sucesor, previo a la ceremonia para ungirlo, antes de ceñirse la corona o mascapaycha y en virtud de una tradición incaica, debía cambiar su nombre.

El o los nombres elegidos debían poseer alguna razón vinculada con: títulos honrosos, epítetos y renombres conseguidos por hechos gloriosos, acción abnegada, ilustres hazañas, el cargo detentado, muestras de grandeza y ciertas cualidades que lo identifican. Uno de los títulos fue Cápac otorgado por primera vez a Ayar Manco por mandato de sus hermanos. Pero, ¿Cuál es el significado de Cápac? ¿Qué cualidad del rey comunica?

En este post analizamos qué quiere decir Cápac, título pospuesto al nombre del primer rey (Manco Cápac) y después asumido al nombre de otros mandatarios en el transcurso del incanato.

Índice

1. Reseña mítica

En los tiempos míticos de Ayar Manco no existía el derecho a la propiedad de la tierra, de modo que, cuando un clan ingresaba a los poblados, se instalaba con o sin la anuencia de los vecinos del lugar, por esta razón, originaba pleitos que eran resueltos por vía pacífica compartiendo la tierra, o caso contrario, por reyertas eternas que pasaban de generación en generación. Por ambos escenarios trascurrió la vida de Ayar Manco.

Ante la proximidad de arribar al Cuzco, sus hermanos: Ayar Uchu y Ayar Auca (ver aquí la leyenda de los hermanos Ayar) acordaron nombrarlo cabecilla principal de todos los ayllus o familias, ocasión que le valió para cambiar el nombre de Ayar Manco por el de Manco Cápac. Viene a decir que se convierte en un señor poderoso a cargo a todos los integrantes del ayllu o familias. Pero, cuál es el significado de Cápac.

2. El significado de Cápac

Según Rodolfo Cerrón Palomino Cápac no es de origen quechua, más bien, es un préstamo del idioma puquina. En el texto: El legado onomástico puquina: A propósito de “Cápac” y “Yupanqui” recoge una narración de Sarmiento de Gamboa, donde dice que, en los comienzos del clan incaico no designan a sus señores con el título de inca (ver aquí significado). Para designar a Ayar Manco como superior de todas las familias, hubo un acuerdo previo entre Ayar Uchu y Ayar Auca para imponerle por sobrenombre Cápac, el significado de Cápac es rico, denota a un señor a cargo de muchos.

Garcilaso de la Vega, I. (1985: 41) indica dos títulos para enaltecer a Ayar Manco: uno fue Cápac y el otro huacchacúyac, este último quiere decir amador y bienhechor de pobres.

Garcilaso nos explica el significado de Cápac:

“[…] que quiere dezir rico, no de hazienda, que, como los indios dizen, no truxo este Príncipe bienes de fortuna, sino riquezas de ánimo, de mansedumbre, piedad, clemencia, liberalidad, justicia y magnanimidad y deseo y obras para hacer bien a los pobres, y por haberlas tenido este Inca tan grandes como sus vasallos las cuentan, dizen que dignamente le llamaron Cápac; también quiere decir rico y poderoso en armas”.

La estupenda prosa de Garcilaso le permite extender el significado de Cápac en demasía y atribuye potestades y virtudes que no encajan en el quechua, sin embargo, la parte final de la oración refleja el sentir de Sarmiento de Gamboa: rico y poderoso en armas. Se desechan los demás atributos por no ajustarse al contexto indígena vivido por Manco Cápac. En esas épocas Manco Cápac fue un señor a cargo de las familias integrantes de la camarilla familiar.

3. Otros significados de Cápac

Garcilaso señala diversas significaciones de Cápac con asuntos conexos con la realeza, por ejemplo: Cápac ayllu es el linaje real; Cápac raymi es la fiesta real; Cápac runa significa gente o vasallos reales.

El Lexicón de Thomás, F. D. (2013: V. 2, 729) coincide con Garcilaso, por ejemplo: Cápac kay es reinar; Cápac ñam el camino real; Cápac wasin es el palacio o la casa real, Cápac hucha o el sacrificio real. Entonces, el significado de Cápac abarca temas vinculados al rey, por esta razón, el Lexicón define Cápac (Qapaq) como rey (2013: V. 2, 603 Ibid.).

Dice Cerrón Palomino, que el origen de Ayar Manco en el altiplano y el uso generalizado de Cápac entre los señoríos collas, son un indicio mítico-histórico que sustentan el origen de Cápac como una voz propia de los collas de habla puquina, por este motivo, Cápac es un préstamo del idioma puquina al quechua. Cerrón reconstruye Cápac como Qhapaq en puquina.

Rostworowski, M. (2001) y Busto, J. A. (1981: 22) coinciden en indicar que los primeros reyes de la dinastía del Bajo Cusco no fueron incas, sino curacas o sinchis designados como Cápac o señores. El uso extendido de Cápac, es visible en los nombres de tres de los cinco primeros reyes: Manco Cápac, Mayta Cápac y Cápac Yupanqui.

Guamán Poma, P. de A. (2011: 73) dice:

“Cápac Apu Ynga es el nombramiento perfecto para un Rey […]».

Apu significa señor, ynga es un gentilicio (ver aquí), por lo tanto, cápac apu ynga quiere decir señor inca, el rey o soberano.

El vocabulario de Gonçález Holguín, D. (1608) registra çapay ccapak como único o principal rey; çapay apu es el único señor o juez o rey; çapay inca çapay apu significa el rey de esta tierra.

Guamán Poma, P. de A. (2011: 73) dice:

“Cápac Apu Ynga es el nombramiento perfecto para un Rey […]».

Apu significa señor, ynga es un gentilicio (ver aquí), por lo tanto, cápac apu ynga quiere decir señor inca, el rey o soberano.

El vocabulario de Gonçález Holguín, D. (1608) registra çapay ccapak como único o principal rey; çapay apu es el único señor o juez o rey; çapay inca çapay apu significa el rey de esta tierra.

4. El significado de Cápac y evolución lingüística quechua

El significado de Cápac evoluciona en el tiempo, de la misma manera que en los incas evoluciona el idioma. Cerrón-Palomino, R. (2011) (2016) manifiesta que, en los inicios de los incas no se conocía el idioma quechua, el clan de Ayar Manco (ver significado de Manco aquí) se desplazó por diversas experiencias idiomáticas históricas que contradicen lo que nos han enseñado.

Como por ejemplo que:

1) El quechua se originó en el Cusco.

2) La lengua inicial de los incas fue el quechua.

3) El idioma aimara tiene raíz en el altiplano y que

4) Los collas tenían por lengua el aimara.

Sin embargo, a la vista de los estudios filológicos y língüísticos modernos sustentados con testimonios arqueológicos, etnológicos e históricos refutan la verdad antigua y deviene en falsa.

Hoy se enuncia un postulado distinto, que dice:

1) El idioma nativo de los ayllus o familias de Ayar Manco cuando abandona Tiahuanaco (ver significado aquí) fue el puquina.

2) Conforme pasó el tiempo, el aimara (idioma hablado en el Cusco antiguo) reemplazó al puquina.

3) El aimara tiene por origen los Andes del centro-sureño.

4) El tercer idioma incorporado por los incas fue el quechua y

5) El origen del quechua no fue en el Cusco, provino de la sierra centro-sureña.

Los argumentos anteriores dan firmeza y solidez al argumento de Cerrón Palomino aseverando que el término Cápac es de naturaleza puquina-colla en su forma original de Qhapaq y lo descarta como una voz oriunda del quechua o aimara.

Los hechos míticos e históricos dicen que cuando Ayar Manco recibe el mando del séquito, cambia su nombre por el de Manco Cápac y por cierto, genera por primera vez una conducta que será asumida por todos los soberanos del Tawantinsuyo.

5. Conclusión

Los argumentos anteriores muestran una evolución en el tiempo del significado de Cápac:

1) En los comienzos del incanato se atribuyó el sentido de rico y poderoso en armas o señor a cargo de muchos o señor a cargo de vasallos.

2) La significación de Cápac cobra validez como un atributo generalizado en los cinco primeros Cápac o sinchi que rigieron en el Cusco Bajo.

3) El cambio de sentido se va generando en la dinastía del Alto Cusco. Al paso del tiempo el significado de Cápac derivó en rey o soberano y se impuso como apelativo en los asuntos vinculados con la realeza.

4) Cápac es una voz antigua registrada por los lexicógrafos y cronistas.

5) El vocablo no es quechua, tiene como probable origen el idioma puquina en la forma Qhapaq, que ingresó al léxico quechua como un préstamo del puquina.

6. Referencias

Busto, J. A. (1981). Perú incaico. 3ra. ed. Ed. L. Studium. Lima, Perú.

Cerrón-Palomino, R. (2011). El legado onomástico puquina; A propósito de “Cápac” y “Yupanqui” Revista estudios atacameños arqueología y antropología surandinas N° 41, pp. 119-130, 2011. DOI: 10.2307/41550522

De Sarmiento, P. (1965 [1572]). Historia de los Incas (Segunda parte de la Historia general Llamada Indica). Obtenido de https://es.scribd.com/document/50568767/SARMIENTO-DE-GAMBOA-Pedro-1572-1965-Historia-de-los-Incas-Segunda-parte-de-la-Historia-General-Llamada-Indica.

Garcilaso de la Vega, I. (1985). Comentarios reales de los Incas. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

González Holguin, D. (1608). Vocavulario de la lengva general de todo el Perv llamada lengva qquichua o del Inca. Obtenido de: http://www.letras.ufmg.br/padrao_cms/documentos/profs/romulo/VocabvlarioQqichuaDe Holguin1607.pdf.

Guamán Poma, de A. (2011). Nueva Crónica y Buen Gobierno (1ra. ed.). Lima, Perú: Ebisa Ediciones.

Rostworowski, M. (2001). Pachacútec Inca Yupanqui. Lima, Perú: Instituto de Estudios Peruanos. Obtenido de: https://es.scribd.com/document/333139746/Pachacutec-inca-Yupanqui-Mar ia-Rostworowski-de-Diez-Canseco-pdf

Thomás, F. D. (2013). Lexicón o Vocabulario de la lengua general del Perú. (1ra. ed., Vol. 1 y 2). Perú: Fondo Editorial de la Universidad San Martín de Porres.

Inca

Inca

¿Inca significa rey? Durante el reinado de la dinastía del Bajo Cuzco, ningún soberano se auto nominó como inca. Inca es una palabra quechua que aparece formando parte del nombre de algunos gobernantes de la dinastía del Alto Cuzco. La voz se origina cuando asume el mando el sexto rey y cambia su apelativo por el de Inca Roca, en consecuencia, es el primero en designarse con dicha denominación.

La enseñanza escolar precisa que inca significa rey; asimismo, cuenta Garcilaso que el vocablo designa el título de los monarcas, sin embargo, notamos cierta discrepancia en el relato de otros cronistas dejando entrever que la voz es un gentilicio que sirve para identificar a los incas de otras culturas.

A continuación, analizamos su verdadero significado.

Índice

1. ¿Qué dicen los cronistas e historiadores?

En las crónicas de Juan Diez de Betanzos y Pedro Sarmiento de Gamboa no designan a los cinco primeros reyes con el título de inca.

Garcilaso de la Vega, I. (1985: 41) dice que inca significa rey o emperador u hombre de sangre real.

La leyenda de los hermanos Ayar (ver aquí) narrada por Sarmiento de Gamboa cuenta que, para designar a Ayar Manco como el superior de todos los integrantes de los ayllus (familias), sus hermanos se reunieron en un comité y decidieron ponerle por sobrenombre Cápac (ver significado aquí). No lo nombran como inca. De acuerdo con lo anterior, en los inicios del incanato no aparece la voz inca para designar a un rey, es claro el protagonismo de la palabra Cápac.

Historiadores como Rostworowski, M. (2001) y Busto, J. A. (1981: 22) coinciden en indicar que los primeros caudillos de la dinastía del Bajo Cusco no ostentaban el título de inca, sino el de curaca (el mayor de todos) o sinchi (significa valiente) o designados como Cápac o Señores. El término Cápac según Cerrón-Palomino, R. (2011) (2013) (2016) es muy antiguo, procede del idioma puquina-colla en su forma original de qhapaq, por lo tanto, descarta que sea una voz quechua o aimara.

Podemos resumir que, en los inicios míticos, cuando aún no se había formado el incanato, ninguno de los cinco primeros Sinchi o Cápac ostentaron el título o nombre de inca, pero sí el de Cápac.

2. ¿Qué significa Inca y qué significa Cápac?

De Sarmiento, P. (1965 [1572]: párr. 213049) explica que, el origen de intitularse como Cápac fue porque los hermanos Ayar aparecieron en el mundo andino por una cueva de nombre Cápac T´tocco o ventana real, por esta razón, tomaron por sobrenombre Cápac, que quiere decir rico, posteriormente, usaron el término para reconocer al señor príncipe a cargo de muchos. Sarmiento no menciona el título de inca, voz que no aparece como denominación de ningún mandatario del Bajo Cusco.

Garcilaso de la Vega, I. (1985: 39-41) tiene un criterio distinto a la mayoría de cronistas, narra que el primer nombre de Manco Cápac fue el de Manco Inca, olvidándose o ignorando el nombre de Ayar Manco atribuido en la famosa leyenda de los hermanos Ayar (ver aquí). Pero, en este caso, el cronista se halla solitario si lo comparamos con otras crónicas que consignan el primer nombre de Manco Cápac como Ayar Manco.

Acerca del nombre Manco Inca, Garcilaso dice que, Manco es un nombre propio cuyo significado desconoce; con referencia a la voz inca dice lo siguiente:

“El nombre Inca en el Príncipe, quiere decir señor o Rey o Emperador, y en los demás […] señor, y para interpretarle en toda su significación [es] hombre de sangre real […]”.

Concuerda con Garcilaso el lexicógrafo Diego Gonçález Holguín que registra en su vocabulario la voz ynca traducida como el “nombre de los reyes de esta tierra”.

3. Origen de la voz inca según Garcilaso de la Vega

Garcilaso explica que poco antes de morir Manco Inca (o Manco Cápac) quiso legar a sus herederos el apellido de su nombre real (Inca), por esta razón, decretó que sus descendientes sean en adelante designados como incas. Sin embargo, no posee los fundamentos que lo respalden, por los siguientes motivos:

1) La palabra inca no asoma en la descendencia de Manco Cápac, basta con examinar los nombres de los cinco primeros soberanos, para evidenciar que en ninguno aparece la voz inca: Manco Cápac, Sinchi Roca, Lloque Yupanqui, Mayta Cápac y Cápac Yupanqui, todos son integrantes del Bajo Cusco.

2) Recién a partir del sexto mandatario aparece un integrante de la dinastía del Alto Cusco cuyo nombre es: Inca Roca. Es el primer Sinchi o Cápac denominado como Inca, pero no como título de rey, pues se llama Inca.

3) De los puntos anteriores deducimos que, durante el gobierno de los cinco primeros Cápac, ninguno ostentó el título de inca (rey) y sí el de Sinchi o Cápac.

4. ¿Inca es un gentilicio?

En la crónica de Garcilaso de la Vega, I. (1985: 330) hallamos profusa información que nos inclina a pensar que inca alude a un gentilicio, veamos:

1) Inca es el nombre de algunos reyes: Inca Roca, Viracocha Inca, Pachacútec Inca Yupanqui, Túpac Inca Yupanqui, Manco Inca Yupanqui.

2) Distingue un linaje o una familia cuando Garcilaso dice:

“Cuatro fiestas solemnes celebraban los Incas en su corte”. (281).

3) Sirve para diferenciar a los varones de sangre real (289).

4) Menciona como incas a los jóvenes de la nobleza cuando dice:

“Cada año o cada dos años, o más o menos, como había la disposición, admitían los mozos Incas (que siempre se ha de entender dellos y no de otros, aunque fuesen hijos de grandes señores) a la aprobación militar […] Hecho el examen [Huarachico], los calificaban y daban por dignos de las insignias de Inca y los nombraban verdaderos Incas, hijos del Sol […] Al principal heredero daban las mismas flores y hoja de yerba y todas las demás insignias que a los demás Incas noveles…” (1985: 249, 252, 253 Ibid.).

5) La voz inca es usada para distinguir a la población cuando venera a sus dioses:

“De manera que los Incas no adoraron más dioses que los dos que hemos dicho, visible e invisible.” (51).

6) Incluye a toda la descendencia:

“Este Manco Cápac fundó la ciudad del Cuzco y estableció leyes a su usanza, y él y sus descendientes se llamaron Ingas, cuyo nombre quiere decir o significar Reyes o grandes señores”. (62).

Se desprende de lo anterior que incas son: nombres de los reyes, el linaje o familia del rey, son los varones de sangre real, los jóvenes de la nobleza tras aprobar sus exámenes de resistencia en la ceremonia del Huarachico; también los miembros de los ayllus o familias descendientes de Manco Cápac y la población en general.

Como conclusión de todo lo anterior, inca sería un gentilicio que identifica un linaje, gente o nación. Es como decir limeño o arequipeño o peruano.

5. Garcilaso de la Vega versus Guamán Poma

De conformidad con Garcilaso, inca puede ser el nombre y el título de un rey:

“Y principiando del nombre Inca, es de saber que en la persona real significa Rey o Emperador, y en los de su linaje quiere decir hombre de la sangre real, que el nombre Inca pertenecía a todos ellos con la diferencia dicha, pero habían de ser descendientes por la línea masculina y no por la femenina. Llamaban a sus Reyes, Çapa Inca, que es Solo Rey o Solo Emperador o Solo Señor, porque çapa [significa] solo, y este nombre no lo daban a otro alguno de la parentela, ni aun al príncipe heredero hasta que había heredado, porque siendo el Rey solo, no podían dar su apellido a otro que fuera ya hacer muchos Reyes”. Ibid. (1985: 43).

Contrario a Garcilaso, Guamán Poma, P. (2011: 73) explica muy bien quienes son incas en el siguiente extracto:

“En la ley de lo Yngas quedaba señalado que, para ser rey, era necesario tener el título de Cápac Apu Ynga. La propia palabra Ynga no quiere decir Rey, puesto que, entre los ynga, hay gente de baja categoría como chilque ynga ollero; acos ynga embustero; uaroc ynga llulla uaroc mentiroso; mayo ynga falso testimoniero; quillis cachi, equeco ynga, el que lleva chismes y mentiras. Los poquis colla millma rinre son también yngas. En consecuencia, la palabra Ynga no designa necesariamente a un señor ni a un Rey, ni a un duque, ni a un conde, ni a un marqués, como tampoco a caballeros yngas, sino que también puede ser Ynga la gente baja y corriente».

«Cápac Apu Ynga es el nombramiento perfecto para un Rey, y los caballeros son llamados príncipes auquiconas, y las señoras, princesas ñustaconas».

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6. Otros argumentos

El Vocabulario de Gonçález Holguín, D. (1608) registra las siguientes voces:

1) çapay ccapak como “único o principal rey”.

2) çapay apu como “único señor o juez o rey”.

3) çapay inca çapay apu como “el rey de esta tierra”.

4) La reina la nombra como çapay ccoya, y a la princesa o infantas del rey, como çapay ñusta.

En este caso, Cápac define al rey y al linaje del mismo. La voz çapa significa solo; y la voz çapay, único, que unida a cápac quiere decir: único rey.

En el Lexicón de Thomás, F. D. (2013: T. 2, 603) no registran la voz inca, pero sí rey como qapaq o real cosa y rico y qapaqsapa y apu como rey o emperador o señor soberano.

Cuando Garcilaso de la Vega, I. (1985: 252) termina de describir las pruebas del Huarachico que sometían a los jóvenes de la nobleza incaica con ambición de dirigir el estado, dice:

“Hecho el examen, los calificaban y daban por dignos de las insignias de Inca y los nombraban verdaderos Incas, [el subrayado es nuestro] hijos del Sol”.

Por lo tanto, inca no quiere decir rey, alude una condición para designar un nombre, una estirpe o el linaje incaico.

7. Conclusiones

1) La voz inca recién aparece (como un nombre) cuando Inca Roca es ungido como sexto gobernante perteneciente a la dinastía del Alto Cusco.

2) En el transcurso del incanato varios incas ostentan el nombre de Inca. A los descendientes del linaje real se les identifica como incas.

3) Los integrantes del pueblo son incas.

4) Inca es un gentilicio que permite identificar a la estirpe incaica.

5) Para nombrar al rey los incas emplearon la frase: Cápac Apu Inca que quiere decir el rey o soberano de los incas.

8. Referencias

Betanzos, J. D. (1880). Suma y narración de los incas (1880). Publicada por Marcos Jiménez de la Espada. Madrid, España.

Busto, J. A. (1981). Perú incaico. 3ra. Ed. L. Studium, Lima, Perú.

Cerrón, Palomino, R. (2011) El legado onomástico puquina: A propósito de “Capac” y “Yupanqui”. Obtenido de: https:// www.researchgate.net/publication/262079928_El_legado_onomastico_puquina_A_proposito_de_Capac_y_Yupanqui.

Cerrón, Palomino, R. (2013) Las lenguas de los incas: el puquina el aimara y el quechua. Peter Lang, Frankfurt am Main, Alemania.

Cerrón, Palomino, R. (2016). El lenguaje como hermenéutica en la comprensión del pasado: a propósito del puquina en la génesis del imperio incaico. Diálogo Andino N° 49, páginas 11-27. Obtenido de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?sc ript=sci_arttext&pid=S0719-26812016000100004&lng=es &nrm=iso.

De Sarmiento, P. (1965 [1572]). Historia de los Incas (Segunda parte de la Historia general Llamada Indica). Obtenido de https://es.scribd.com/documen t/50568767/SARMIENTO-DE-GAMBOA-Pedro-1572-1965-Historia-de-los-Incas-Se gunda-parte-de-la-Historia-General-Llamada-Indica.

Garcilaso de la Vega, I. (1985). Comentarios reales de los Incas. Lima, Perú: Fondo Editorial Banco de Crédito del Perú.

González Holguin, D. (1608). Vocavulario de la lengva general de todo el Perv llamada lengva qquichua o del Inca. Obtenido de: http://www. letras.ufmg.br/padrao_cms/documentos /profs/romulo/VocabvlarioQqichuaDeHolguin1607.pdf.

Guamán Poma, de A. (2011). Nueva Crónica y Buen Gobierno (1ra. ed.). Lima, Perú: Ebisa Ediciones.

Rostworowski, M. (2001). Pachacútec Inca Yupanqui. Lima, Perú: Instituto de Estudios Peruanos. Obtenido de: https://es.scribd.com/document /333139746/Pachacutec-inca-Yupanqui-Maria-Rostworowski-de-Diez-Canseco-pdf

Thomás, F. D. (2013). Lexicón o Vocabulario de la lengua general del Perú. (1ra. ed., Vol. 1 y 2). Perú: Fondo Editorial de la Universidad San Martín de Porres.